“El trabajo ya no evita ni la precariedad ni caer en la exclusión social; asistimos al fenómeno de los nuevos pobres y hay que pensar en otro tipo de soluciones y en otros modelos sociales”, advierte la socióloga Patricia Campelo

“La Renta de Garantía de Ingresos está bien y es envidiada por otras comunidades, pero dista mucho de ser un modelo universal de renta básica”. Eso es lo que cree la profesora de Sociología de la Universidad del País Vasco (UPV) y vicepresidenta de la asociación vasca de Sociología, Patricia Campelo. “El trabajo ya no evita ni la precariedad ni caer en la exclusión social; asistimos al fenómeno de los nuevos pobres y hay que pensar en otro tipo de soluciones y en otros modelos sociales”, resalta. En esa línea, apunta hacia la creación de un modelo de renta básica universal como una forma de mantener cohesionada a una sociedad en la que el trabajo ya no va a ser el nexo de unión.

El X Congreso Vasco de Sociología y Ciencia Política que se celebra en Bibao ha abordado esta cuestión dentro de un amplio programa de trabajo que ha tratado desde la exclusión social hasta la aparición de las nuevas formas políticas pasando por las crisis humanitarias. La renta básica de ciudadanía consiste, básicamente, en que las instituciones garanticen unos ingresos mínimos a todos los ciudadanos a partir de una edad, trabajen o no. Para Campelo, se trata de una solución “factible” en el actual contexto de crisis y evitaría que se amplíe la actual fractura social entre una minoría que acumula riqueza y una mayoría que se empobrece.

“Estamos en un momento en el que si no se adoptan medidas, en un futuro se podría llegar, incluso, a la desaparición de las clases medias, que hasta ahora se encontraban a salvo”. “La renta básica de ciudadanía”, ha insistido, “es una cuestión de apuesta política y de modelo social”. “Se ha criticado que con una renta básica la población renunciaría a trabajar, pero está comprobado que no es cierto porque solo se trata de una mínima cobertura”.

Por eso, considera que se trata de una “opción factible e interesante” una vez que el trabajo ha dejado de ser el antídoto contra la pobreza y que se constata que no hay empleo suficiente para todas las personas que quieren trabajar. “O se recompone el puente de la integración social a través del trabajo, que está muy caído, o buscamos nuevas herramientas para poner sobre la mesa, como la renta básica. La economía se ha desligado de la política y hay que intentar recomponer esa relación. Los gobiernos son los que deben ejecutar estos planteamientos”.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/suficiente-basica-ciudadania-mantener-cohesion_0_426958143.html