La comisión del Parlament deCatalunya encargada de la tramitación de unapropuesta de ley de Renta Garantizada de Ciudadanía, inició enjulio de 2014 la ronda de intervenciones de los promotores de laIniciativa Legislativa Popular que llevó la propuesta al legislativoautonómico.
Uno de los debates más intensos de la teoría políticacontemporánea atañe a la complementariedad de los derechosnegativos y los derechos positivos. Los primeros atañen a la noinjerencia exterior en la vida del ciudadano, como el respeto a suvida, libertad y conciencia; por tanto, reconocen la autonomíaoriginal inviolable de todo individuo. Los segundos pretenden crearlas condiciones materiales idóneas para que todos los ciudadanospuedan ejercer con plena capacidad sus derechos negativos, y paraello requieren de la intervención activa de los poderes públicos:así los derechos a la salud, el trabajo y la vivienda.
Entre los derechos positivos está tomando fuerza lareivindicación de la Renta Básica Universal (RBU), que consistiríaen una retribución dineraria a todos los ciudadanos mayores de edadpor el solo hecho de serlo, con independencia de su edad y situaciónlaboral, y cuya finalidad estriba en garantizarles un mínimo derecursos económicos que teóricamente les libraría de lacras comola pobreza o la necesidad de aceptar contrataciones laboralesprecarias y abusivas. Por supuesto, la medida tiene detractores tantoen la derecha como en la izquierda; los argumentos más esgrimidos ensu contra, una hipotética caída de la fuerza de trabajo y ladifusión subvencionada de una idiosincrasia de la ociosidad. Sobretodas estas cuestiones responde Álex Boso, profesor asociado deCiencia Política de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona ysecretario de la Xarxa Renda Bàsica (Red Renta Básica) deCataluña, organización creada en 2001.
¿Por qué la condición de ciudadanía debe llevarasociado el derecho a percibir una renta básica universal (RBU)?
En toda democracia existen una serie de derechos constitutivos quedeberían tener una naturaleza universal e inalienable. Me refiero alderecho al sufragio, a la salud, a la educación, a la vivienda, ytambién al derecho a la renta básica. La RBU no es solamente unapolítica contra la pobreza. Si fuera así, no tendría tantointerés. Si es una propuesta interesante, es porque se trata de unamedida que incrementaría la libertad real de buena parte de laciudadanía. Un ciudadano no es libre si no tiene las bases de suexistencia material garantizadas. Una persona que depende de otrapara poder sobrevivir, no es una persona plenamente libre. Porejemplo, la renta básica otorgaría a la mayoría de las ciudadanasy los ciudadanos un poder de negociación que les ayudaría aemanciparse de las dependencias hacia los patronos o los maridos. Notiene sentido hablar de “ciudadanía” sin considerar lascondiciones que han de garantizar la seguridad económica de losindividuos que pertenecen a una comunidad política. Si losindividuos no pueden articular sus planes de vida, no puedenllevarlos a la práctica de una manera efectiva, la ciudadanía plenaresulta impracticable.
Si es universal, ¿Botín también la cobraría?
La parte más polémica de la renta básica es la que, a mi modode ver, la hace más virtuosa, y se trata precisamente de laincondicionalidad. En el estado del bienestar tradicional, la mayoríade subsidios que se perciben suelen ser focalizados y, porconsiguiente, condicionados a algún tipo de circunstancia o deestado: debes estar desempleado, ser pobre, tener algún tipo dediscapacidad, etc. La renta básica es una asignación monetaria eincondicional a toda la población; por tanto, Botín (y todas laspersonas ricas) también la cobraría.
No obstante, el hecho que la cobre no quiere decir que Botínsalga beneficiado de la introducción de una RBU. Todo lo contrario,la situación económica de Botín sería peor que en el sistemaactual. O lo que es igual, en cualquier tipo de propuesta deaplicación de la RBU que sea fiscal y económicamente interesante,los ricos pierden y el grueso de la población gana, sobre todo losciudadanos más pobres. Botín recibiría la RBU, pero pagaríamuchos más impuestos de los que paga en la actualidad.
Se entiende que todo receptor de la RBU podría recibirtambién prestaciones por desempleo, subsidios, etc.
Existen diversas propuestas de financiación y, lógicamente, laintroducción de una RBU conlleva una simplificación del sistema desubsidios condicionados actuales. Con una RBU se suprimirían todaslas asignaciones monetarias públicas de una cuantía inferior a laRBU. En el caso de aquellas personas que estuvieran cobrando unaprestación de una cuantía superior a la RBU, se pasaría a percibirla RBU más un complemento por dicha prestación durante el tiempoque correspondiera. Una vez finalizado el período de disfrute deprestación, la persona recibiría sólo la RBU.
También cobraría la RBU quien no deseara trabajar… ¿Nose fomenta así una cesantía voluntaria que, de prosperar en número,podría tener graves consecuencias económicas para el Estado?
La idea de que la RBU fomentaría el parasitismo suele ser comúnentre aquellas personas que conocen por primera vez la propuesta,pero disponemos de suficientes pruebas empíricas para refutar lavalidez de tal problema.
En primer lugar, es preciso aclarar que existen tres tipos detrabajo, a pesar de que sólo uno cuente en el Producto InteriorBruto. Es decir, existe un tipo de trabajo que tiene remuneraciónmonetaria, y que por desgracia en las sociedades capitalistas hacolonizado el resto de tipos de ocupación laboral. Pero tambiénexiste el trabajo doméstico, que no tiene retribución pero escrucial para nuestra sociedad. Finalmente, también existe el trabajovoluntario, que por definición tampoco está remunerado. Por tanto,es del todo desacertada la idea de que una persona que no estéempleada por cuenta ajena no está haciendo nada por la sociedad. Dehecho, la mayoría de veces que se escucha la crítica de la cesantíavoluntaria se está pensando en el caso del trabajo remunerado ynunca en los posibles efectos sobre el resto de las categorías de latipología de trabajo que acabamos de exponer. En el fondo, cabepreguntarse por qué debemos enhebrar todas las actividades útilesque los seres humanos son capaces de hacer a través del pequeño ojode la aguja de un contrato laboral.
Por otro lado, existen muchas razones para suponer que una RBU noprovocaría, en absoluto, una retirada masiva del mercado de trabajo.Más allá de la recompensa pecuniaria, las personas buscamos ciertarealización personal y social con el trabajo. Por otro lado, eldeseo de obtener unos ingresos superiores depende de una serie defactores de índole cultural que son independientes de laintroducción de una RBU. Si hoy en día ese deseo no escapa a lasclases medias o altas, cabe suponer que se mantendría con una RBU, apesar de que esta medida pueda garantizar las bases económicasmínimas para una vida digna.
Debe tenerseen cuenta que la RBU suele siempre plantearse como unaremuneración modesta, que se debe situar en el umbral de la pobrezadel lugar en donde se quiera aplicar. Por tanto,la RBU puede sercomplementada con otras fuentes de renta, cosa que no permiten lossubsidios condicionados típicos del estado del bienestar. La RBU noconstituye un techo, más bien define un nivel básico a partir delcual las personas pueden acumular otros ingresos. Podemos hacer unaanalogía con el caso de los trabajadores con buenos salarios que aúnasí realizan horas extras, o el caso de las personas prejubiladasanticipadamente que tienen algún tipo de actividad remunerada. Creoque hay suficientes indicios para suponer que la RBU no provocaríauna contracción masiva y homogénea del trabajo asalariado.
Hace unos años, una ONG se propuso realizar un proyecto piloto deRBU en Otjivero, una pequeña población de la región de Omitara, enNamibia. Todos los residentes adultos de esa población recibiríanuna RBU durante algunos años. La prensa del país, espoleada por laderecha política local, tardó muy poco en criticar la medida yvaticinó que los ciudadanos de Otjivero se “tirarían a laBartola” y gastarían la RBU en cervezas. Pero la realidad estestaruda y los resultados del proyecto mostraron que la RBU, lejosde fomentar la cesantía voluntaria del trabajo asalariado, elevólas tasas de empleo, ayudó a levantar ciertos microemprendimientos eincluso aumentó la tasa de escolarización de los menores.
Nuestra sociedad cree en la cultura del esfuerzo. ¿La RBUno sería un factor desmotivador para la formación académica yprofesional de muchos jóvenes?
Cuando tenía 16 años me di cuenta de que no podría llegar a laexcelencia en el conocimiento del idioma inglés con las clases querecibía en el instituto público. Ese verano lo pasé fregandoplatos en un restaurante del grupo HUSA, un trabajo poco remunerado,repetitivo y con un nivel de realización nulo. Además, se cobrabaen negro. Alguno de mis compañeros, que tenían el mismo problemaque yo, fueron a Inglaterra o a Estados Unidos a perfeccionar suinglés. No creo que ni su cultura o nivel de esfuerzo fuera distintaa la mía. Lo único que nos diferenciaba era la clase social.
Bajo mi punto de vista, la renta básica podría incentivar de unmodo especial la formación académica de los jóvenes, igual quesucede con los modelos de becas de formación que tradicionalmentehan caracterizado a los países escandinavos, que permiten a losestudiantes no sólo formarse en igualdad de condiciones sino tambiénemanciparse antes.
Nos quejamos de que la SAREB ha engullido de modoilegítimo 40.000 millones de euros que tanta falta hacen para lasanidad, la enseñanza, la dependencia… ¿La partida presupuestariadedicada a la RBU no detraería también una suma de dinero que seríamás útil invertir en políticas activas de fomento del empleo y laigualdad de oportunidades?
Es importante notar que la mayoría de modelos de financiaciónque se han planteado en España para implantar la RBU no pretenderetraer ni un céntimo de las partidas para sanidad, educación odependencia. Algunos de ellos, en un ejercicio de realismoencomiable, no se plantean ni siquiera reducir las partidaspresupuestarias asignadas a la Casa Real o al Ejército. En otraspalabras, el modelo debería financiar lo que ya se financiaactualmente y, además, la RBU que se propone.
Simplemente, se trata de redistribuir de una forma más equitativala renta y de aprovechar el ahorro que supone la simplificaciónadministrativa del modelo de RBU. Evidentemente, el dinero que, a mimodo de ver ilegítimamente, ha engullido la SAREB podría seguirutilizándose para la sanidad, la educación u otros fines socialesque se consideren más necesarios que rescatar a especuladores.
¿No sería más acorde con el estado del bienestargarantizar la RBU, o como quiera llamársele, a todos los ciudadanosmayores de edad que estudien o estén desempleados, unificando enella otras ayudas y subsidios?
Estoy seguro de que garantizar una renta a todos los ciudadanosmayores de edad que estudien o estén desempleados, constituiría unavance significativo respecto a la situación actual. Sin embargo,creo que esta propuesta no sería ni más justa, ni más eficienteque la RBU. Por un lado, además de estudiantes y desempleadosexisten otros colectivos de ciudadanos que no tienen asegurada susubsistencia material, como son las personas que realizan trabajodoméstico o reproductivo, o las personas que realizan trabajovoluntario, militante o solidario. No sería justo proteger a unos yno al resto, pues nadie puede argüir que el papel de uno u otros esmás relevante para la sociedad. Por otro lado, la incondicionalidadde la RBU hace que sea una propuesta más eficiente que las rentasmínimas garantizadas tradicionales para hacer frente a lasdenominadas trampas del paro o de la pobreza. Una persona que cobraun subsidio de desempleo y se encuentra ante una oferta de trabajotemporal y a tiempo parcial, puede tener pocos incentivos paraaceptarla. Con una renta básica, ese problema desaparece, ya queambas fuentes de ingreso son complementarias. Finalmente, laliteratura académica especializada ha dado cuenta de los problemasque en determinados contextos pueden ocasionar los sistemas detransferencia de rentas focalizados: altos costes asociados alcontrol del cumplimiento de las condiciones que otorgan el derecho ala percepción; fomento del clientelismo y la dependencia;estigmatización social de los receptores, etc.
En el otro lado de la balanza: ¿la provisión económicade la RBU dificultaría las contrataciones precarias? ¿Mejoraría laoferta del mercado de trabajo?
Una RBU suficiente para garantizar la supervivencia de losindividuos conferiría una mayor fuerza negociadora a la parte másdébil de la relación laboral. Al aportar independenciasocioeconómica, la RBU otorga poder de negociación a la poblacióntrabajadora; capacidad para poder rechazar contratos laboralesprecarios que en las condiciones actuales no queda más remedio queaceptar. Las relaciones laborales se tornarían menos asimétricas delo que son actualmente, y, por consiguiente, deberían mejorar lascondiciones de demanda de fuerza de trabajo.
¿Cómo se financiaría la RBU? ¿Habría un apartadoespecífico para ello en el impuesto de la renta (lo cual parececontradictorio: los ciudadanos cobrarían para luego pagar, yviceversa)? También se ha propuesto para este fin la Tasa Tobin.
Existen muchas propuestas de financiación de la RBU. En realidad,no hay una fórmula universal, sino que debe analizarse caso porcaso. El único lugar en el mundo en el que existe una RBU es Alaska:se financia a través de una compensación a los ciudadanos por lasganancias de la extracción de recursos naturales, como el petróleo.En contextos como el del Reino de España, financiar una RBUsignifica realizar una reforma fiscal para conseguir unaredistribución de la renta. Por ejemplo, recientemente loseconomistas Jordi Arcarons, Daniel Raventós y Lluís Torrents hanpublicado estudios de simulación que emplean técnicas de análisiseconométrico, que muestran que sería posible financiar una RBU enCatalunya o en Guipúzcoa mediante una reforma del impuesto del IRPF.Los resultados, que convergen con investigaciones realizadas en otrospaíses, muestran además que la propuesta tendría un poderosoefecto redistributivo, beneficiando aproximadamente a un 70 porciento de la población, especialmente a aquella que se encuentra enlas peores circunstancias económicas.
¿Qué requisitos deberían exigirse a los ciudadanosextranjeros para recibir la RB?
La Organización Internacional para las Migraciones define a uninmigrado como una persona que lleva un año o más viviendo en unpaís que no es el de su nacimiento. Así se diferencia un inmigradode una persona que está en una situación transitoria. En estesentido, considero que el requisito debería ser la acreditación deun año de residencia en el país de destino.
La cuantía de la RBU, ¿debería incluirse en ladeclaración de la renta de las personas físicas o quedaríaexcluida del fisco, que solo gravaría los demás ingresos de losciudadanos?
La renta básica estaría exenta en la declaración de la renta, ysólo se gravarían las demás fuentes de renta a partir del primercéntimo de euro cobrado. En este sentido, la mayoría de propuestasde aplicación de la renta básica que he estudiado suelen eliminartodas las desgravaciones y subsidios inferiores a la cuantía de laRBU, y también suprimen las diferencias actuales en las cotizacionesde la renta (actualmente, la cotización es distinta, por ejemplo, sila renta proviene de un salario o de un fondo de inversión).
Dicen ustedes que la RBU actuaría como mecanismo decontrol del valor del dinero. ¿Puede explicarlo en roman paladino?
En este punto soy algo escéptico. A pesar de que la RBU es unherramienta poderosa para atacar el problema de la pobreza y lasinequidades en la distribución de riqueza, y para dotar de mayorescuotas de libertad a colectivos vulnerables, también creo que larenta básica no puede solucionar todos los problemas que sufrimoslas sociedades capitalistas. Así que no me siento capaz de afirmarcon toda certeza que la RBU pueda actuar como tal mecanismo decontrol, a no ser que vaya acompañada de otras medidas que piensoque son igualmente necesarias.
¿Tienen ustedes calculada una cuantía para la RBU, si adía de hoy se creara en España?
Por definición, la cuantía de la RBU para España debería desituarse justo por encima del umbral de la pobreza. De no ser así,perdería muchas de las virtudes que tiene como mecanismo de luchacontra la exclusión social y para el empoderamiento de las personasmás vulnerables. Como ya he comentado, para introducir una RBU seríanecesario realizar una reforma fiscal. Por eso, para poder calibrarcon exactitud la viabilidad de las diferentes cuantías que sepodrían plantear, deberíamos tener acceso a datos oficiales que,actualmente, no están disponibles (a pesar de nuestras peticiones,el Gobierno no nos los facilita). A modo de ejemplo puede servir unestudio realizado para analizar la viabilidad de una RBU enCatalunya, basado en una muestra representativa de declaraciones dela renta: consideraba factible dotar de una RBU de 7.968 eurosanuales para los ciudadanos mayores de edad, y una quinta parte deesa cuantía a los menores, mediante una reforma del impuesto delIRPF. Si se planteara una cuantía inferior u otras fuentes deingreso, las posibilidades de financiación serían lógicamentemayores.
http://www.revistarambla.com/v1/sociedad/entrevistas/2421-qun-ciudadano-no-es-libre-si-no-tiene-las-bases-de-su-existencia-material-garantizadasq