Àngel Ferrero y Bru Laín trabajan para la Oficina del Plan Piloto para Implementar la Renta Básica Universal en Cataluña, donde comenzará dentro de poco un plan piloto de Renta Básica en el que participarán 5.000 personas. Mark Appoh, de la campaña de Expedition Grundeinkommen entrevistó a ambos por los motivos que han conducido al proyecto piloto, el diseño del mismo y sus perspectivas políticas.

 

Estimado Àngel, estimado Bru, el Gobierno de Cataluña pondrá en marcha próximamente un plan piloto de Renta Básica Universal. ¿Cómo se ha llegado hasta él?

Àngel Ferrero: En ocasiones bromeamos diciendo que la Oficina del Plan Piloto para Implementar la Renta Básica Universal tiene un nombre muy largo y una historia muy corta. Pero lo cierto es que la Oficina del Plan Piloto tiene toda una historia detrás. La Xarxa Renda Bàsica, parte de la BIEN (Basic Income European Network) se fundó en 2001. Sin su trabajo no hubiera sido posible ni la difusión de la idea de la Renta Básica ni hoy existiría la Oficina.

Después de muchos años de campañas públicas, en 2020, durante la pandemia, se escribieron varios manifiestos en favor de una Renta Básica Universal. Como resultado de esta presión social algunos partidos políticos incorporaron la Renta Básica Universal en sus programas para las elecciones al Parlamento de Cataluña de febrero de 2021.

La fuerza independentista más votada en estas elecciones fue Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), de centro-izquierda. Para conseguir los votos de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) necesarios para la investidura como presidente del candidato de la primera, Pere Aragonès, ambas fuerzas llegaron a un acuerdo. Entre otras cosas, este acuerdo contemplaba un plan piloto de Renta Básica Universal. De este modo es como nació la Oficina del Plan Piloto.

 

¿A qué preguntas queréis responder con el proyecto piloto?

Bru Laín: Por una parte, nos interesan los efectos de una Renta Básica Universal en las personas individuales y los hogares. ¿Reducirá su estrés financiero? ¿Reforzará su autonomía y su bienestar económicas? ¿Mejorará su salud física y mental? Con el plan piloto esperamos encontrar respuestas empíricas a estas preguntas.

Por otra parte, queremos observar, por ejemplo, si la Renta Básica facilita determinadas dinámicas sociales como las mujeres o los jóvenes, en determinados ámbitos, como las asociaciones culturales o la participación política o social. También investigaremos hasta qué punto la Renta Básica puede modificar la demanda de servicios y bienes públicos, como ahora la educación, la sanidad o los servicios sociales. Cuál es concretamente el efecto en la organización interna y la dinámica de trabajo de estos servicios públicos.

 

¿Qué forma adoptará la Renta Básica en vuestro proyecto piloto? ¿Cuál será la cuantía y cuántas las personas la recibirán, y por cuánto tiempo?

Bru Laín: Nuestro plan piloto durará dos años y en él participarán un total de 5.000 personas. Consiste en dos planes piloto, vinculados entre sí. Por una parte, llevaremos a cabo un control aleatorio con 2.500 participantes elegidos al azar en toda Cataluña, que recibirán la Renta Básica a título individual y de manera incondicional. Después de 24 meses compararemos los datos y resultados obtenidos con estas personas con un grupo de control formado por la misma cantidad de personas y que no recibirá la transferencia monetaria. Por otra parte, realizaremos un estudio de saturación en dos municipios de alrededor de 1.500 habitantes. Todos los residentes de estos municipios recibirán una Renta Básica mensual, de manera individual, incondicional y universal.

En ambos casos no hay ninguna limitación de edad para la participación. Excluiremos del 10 al 15% más rico de la población para reflejar de la mejor manera posible los efectos de redistribución económica e impositivos de una verdadera Renta Básica. Las cantidades serán en ambos casos la misma: 800 euros mensuales por participante adulto y 300 euros mensuales para los menores de 18 años.

 

¿Consideráis probable que se implemente pronto una Renta Básica Universal en Cataluña?

Àngel Ferrero: Se trata de una cuestión de voluntad política, por supuesto, que también requiere presión social, por ejemplo, a través de los sindicatos. En nuestro caso, también de una mayor soberanía para Cataluña. Aunque Cataluña no es un Estado independiente, soberano, y en consecuencia nuestro margen de maniobra está reducido, ponemos a prueba políticas innovadora. Es notorio que las medidas actuales, como el Ingreso Mínimo Vital (IMV) español –similar a las ayudas Hartz-IV en Alemania– son insuficientes.

Bru Laín: Exacto. Si nuestro plan piloto acabará llevando en última instancia a la implementación de una Renta Básica Universal es algo que obviamente no podemos saber. Pero ya solamente los datos estadísticos puros pueden ser un paso decisivo. No se puede subestimar la influencia de los actores políticos y sociales, así como de la población en general. Todo ello puede contribuir a crear una coalición política y social a favor de la Renta Básica, como fue el caso de Ontario, donde el gobierno interrumpió de manera abrupta el plan piloto. O pongamos por caso Escocia: el debate que ha habido en torno a un plan piloto de Renta Básica Universal ha llevado a la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, a afirmar que ha llegado el momento de aplicar una política así.

 

¿Está vinculado vuestro proyecto de Renta Básica Universal con otros?

Àngel Ferrero: Sin ninguna duda. El nuestro no es ningún modelo neoliberal, como pudiera serlo, pongamos por caso, el de Elon Musk. Entendemos la Renta Básica Universal como parte de una estrategia amplia para reforzar el Estado del Bienestar. Para ello se requieren otras políticas concretas, ya sea en el ámbito de la vivienda o la salud.

Bru Laín: Me gustaría añadir que se necesitaría reforzar la formación educativa de los jóvenes, medidas para la protección de los derechos de las mujeres o la promoción de la economía local, entre otras. Nuestro plan piloto se limita a una transferencia de renta para entender lo que pasaría después si hubiese una política así.

Lo importante, para mí, es que la Renta Básica no es la única solución ni una solución infalible a los problemas y desafíos de nuestra sociedad. Es sólo una parte de la política que puede contribuir a encontrar soluciones en otros ámbitos. Pensemos en el cambio climático, el feminismo, el mundo del trabajo, la digitalización o la enseñanza. Una Renta Básica puede posibilitar a la población pensar en soluciones y respuestas alternativas. Eso es lo que queremos investigar.

 

Fuente: Der Freitag, 30 de julio de 2020