Actualmente existen 558.873 autónomos en Cataluña, componen el 15,9% del total de afiliaciones actuales y el 77% se dedican al sector servicios.
De los autónomos se ha hablado a menudo, y especialmente a raíz de la pandemia de 2020 y de la que todavía sentimos sus consecuencias, económicas y no. Sobre todo esta sensación de incertidumbre de no poder hacer frente a los gastos fijos frente a situaciones extraordinarias, es una de las principales preocupaciones de los trabajadores. En este artículo comento una política orientada a la mitigación de esa situación tan grave: la Renta Básica Universal. Empezaremos hablando de la situación actual de los trabajadores autónomos.
Esta semana son de nuevo noticia, debido al acuerdo por las nuevas cuotas por tramos que tendrán vigencia entre 2023 y 2025. Con estas cuotas lo que se propone como novedad es que en vez de que la persona decida qué cuota pagar como por ejemplo, siendo en la mayoría de casos la cuota mínima; pase a pagar según sus ingresos. Parecería que esta medida beneficiará a las rentas más bajas y, por tanto, sería más redistributiva. Pero si se analizan los nuevos tramos, la realidad es que la asfixia de las personas autónomas que ingresan más poco sigue siendo muy similar a la actual. La cuota mínima en 2022, es de 294 euros, que es lo que pagaba por elección 9 de cada 10 autónomos. Con las nuevas cuotas, se iría progresivamente hacia el horizonte de 2025, donde la situación para las personas con ingresos inferiores a 670€ será de 200€.
Si lo miramos en perspectiva, el sueldo más común (el que se observa con mayor frecuencia) entre la población española es de 18.490€[1]. Si extrapolamos esta información a lo que podría ser un ingreso común en los trabajadores autónomos, estaríamos hablando de unos 1.200 euros netos mensuales (12 pagas). Con las nuevas cuotas, estas personas estarían en un tramo en el que seguirían pagando 291 € de cuota de autónomos. Con ello, los ingresos netos reales de los autónomos en esa franja se reducen a menos de lo que es el salario mínimo interprofesional.
Si se observa la proporción que la cuota supone en los ingresos de cada tramo encontramos disparidades como que en el tramo de ingresos más bajos (menos de 670€), la cuota representará en 2025 un 30% de los ingresos, mientras que en el tramo de ingresos más elevados (más de 6000€), la cuota de autónomos en 2025 supondrá a lo sumo un 10% de los ingresos.
En definitiva, la nueva medida mantiene la precariedad de los autónomos que menos ingresan, siendo éstos la mayoría.
Pero de los autónomos no sólo se habla esta semana, y con frecuencia se hace teniendo en cuenta las problemáticas que conlleva su realidad. Una de ellas, estrechamente ligada a cómo afectan a las cuotas en su día a día, es la falta de estabilidad y predictibilidad en los ingresos. Esto comporta que debido a ingresos inestables en el tiempo, el trabajador o trabajadora tenga que seguir pensando en cómo hacer frente no sólo a la cuota sino a todo el resto de gastos habituales que tiene. Las implicaciones de una situación así constante son evidentes en muchos niveles, incluido el de la salud mental. La preocupación y angustia por pedir una baja por enfermedad o que algunos autónomos sienten por vacaciones (no remuneradas) son las consecuencias más directas pero no las únicas.
Una posible solución para el alivio de esa angustia y falta de previsibilidad en los ingresos es una medida de la que se ha oído hablar en repetidas ocasiones y con mucha más fuerza durante la pandemia: la Renta Básica Universal.
Esta medida consiste en otorgar un pago periódico a cada persona, definida en torno a tres conceptos básicos: la incondicionalidad, la individualidad y la universalidad. La Renta Básica Universal es incondicional porque no se pide ningún requisito previo; es individual porque no se otorga a la familia o hogar sino al individuo; y es universal porque no focaliza en ningún grupo de población concreto. Además, es compatible con el trabajo, a diferencia de la actual lógica de prestaciones.
Si bien la Renta Básica Universal no es ni puede ser la solución a todos los problemas, precariedad e inseguridad que afrontan los trabajadores y trabajadoras autónomas, podría ayudarle en muchas situaciones. Podría ayudar en primer lugar a aquellos trabajadores autónomos en los meses en los que no han tenido ingresos o donde éstos no han sido suficientes. También podría ser motor de cambio por personas que quieren emprender pero no lo hacen por miedo a la incertidumbre que implica ser autónomo. Éstas sabrían que podrían afrontar el pago de las necesidades básicas con la Renta Básica Universal. Por otro lado, aquellos autónomos que ya lo fueran y que no necesariamente tuvieran los ingresos mínimos, podrían tener tranquilidad mental, menos estres, poder tomar vacaciones si se quisiera, etc. Incluso podrían plantearse aumentar su base de cotización,
¿Y qué pasaría con los conocidos “falsos autónomos”? Quizás con la Renta Básica Universal tendrían una solidez material para poder plantearse si seguir en las condiciones en las que están o si plantarse. Quizás nos encontraríamos con lo que se ha nombrado en Estados Unidos como “la gran dimisión”, en que las personas en peor situación laboral han dicho lo suficiente. Con la Renta Básica, este poder de negociación y sobre todo de decisión aumentaría y podría ir seguido de una mejora en las condiciones laborales, ya sea por negociación o por decisiones.
Si no fueran pocas estas problemáticas, además se está luchando «la batalla cultural» en la que la precarización se romantiza. ¿No hemos oído nunca las bondades de la vida del “freelance”? Poder elegir cuándo, dónde, cómo y cuánto trabajar. Sería un paraíso si esto fuera la realidad de la mayoría, pero traducir autónomo por “freelance” no cambia la realidad material y de incertidumbre con la que éstos a menudo conviven.
Con la Renta Básica Universal, la precarización no sería abolida en absoluto, ni mucho menos romantizada, pero el individuo tendría algo más de margen para decidir cuestiones tan fundamentales en la libertad intrínseca de una persona como el cuándo, dónde, cómo y cuánto trabajar.
[1]INE, Encuesta Anual de Estructura Salarial, 2019.https://www.ine.es/prensa/ees_2019.pdf
Fuente: https://catalunyaplural.cat/es/autonomos-cuotas-y-renta-basica-universal/